lunes, 11 de junio de 2012

Entrevista a Lucía Baquedano


ENTREVISTA A LUCÍA BAQUEDANO

por Inés (1º ESO A) y Ángela (1º ESO B)


El 24 de enero de 2012, los alumnos de 1º de ESO recibimos la visita de la escritora Lucía Baqueano. Habíamos leído en la clase de Lengua su novela “La casa de los diablos” y algunos conocíamos “Cinco panes de cebada”, así que teníamos muchas preguntas para ella. Quince minutos antes de empezar su charla ante nuestros compañeros y profesores, nosotras tuvimos la oportunidad de hacerle esta entrevista.
Lucía Baquedano es una mujer mayor, con gafas, no muy alta y con un tono de voz suave y pausado. Se nota que cuando habla de libros y de escritura se siente a gusto y muy feliz. Ya con el segundo libro de su carrera, “Fantasmas de día”, ganó un premio literario; “La casa de los diablos” es su tercera novela. Ha ganado dos veces el Premio de la Comisión Católica Española de la Infancia, así como el Premio Infanta Elena, en 1991. Si queréis más información sobre su vida y su obra, aunque estamos seguras de que si leéis nuestra entrevista tendréis suficiente, podéis consultar la página http://es.wikipedia.org/wiki/Luc%C3%ADa_Baquedano.


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PREGUNTA: ¿Cuál fue su primera obra y con cuántos años la escribió?
RESPUESTA: Mi primera obra publicada fue “Cinco panes de cebada”. La escribí con veintiún años pero la publiqué cuando tenía cuarenta. En realidad, empecé escribiendo para mis hijos, cuando eran muy pequeños.
P: ¿Qué la inspiró para ser escritora?
R: A los diez años, al leer un cuento, me propuse escribir uno (seguramente, sería malísimo y no lo querría leer nadie), pero así empezó mi pasión por la escritura. En realidad, al principio escribía sin llegar a pensar en publicar, eso pasó veinte años después.
P: ¿Qué libros le gustaba leer de pequeña?
R: Me encantaba leerlo todo. De pequeña, disfrutaba con cada línea, fuese lo que fuese. Por suerte, nací en una familia lectora, mis padres y hermanos leían mucho. Sin embargo, recuerdo que mis amigas me contaban en la escuela que, si sus padres las veían leyendo, les decían que si no tenían nada mejor que hacer… Leer, para los padres de mis amigas, era perder el tiempo. Esto, por suerte, ha cambiado mucho. Actualmente, en todas las casas hay libros y los padres animan a sus hijos a que lean.
P: ¿Cuántos libros ha escrito a lo largo de su carrera?
R: He escrito muchos pero solo he publicado dieciocho, aunque aún me quedan libros por enviar a las editoriales.
P: De todos los libros que ha escrito, ¿cuál es su favorito?
R: Todos, son como mis hijos, no hay favoritos. Quizás, “Cinco panes de cebada”, por ser el primero que publiqué y por la ilusión que eso me hizo.
P: ¿Ha escrito libros para adultos?
R: De joven, sí, pero ahora ni siquiera los conservo; preferí centrarme en los niños y los jóvenes.
P: ¿Y por qué? ¿Por qué le gusta escribir para gente joven?
R: Cuando más disfruté leyendo fue cuando era joven, como de vuestra edad, por eso me gusta que los jóvenes lean, para que lo pasen tan bien como yo en aquella época.
P: ¿Necesita algún lugar especial para escribir?
R: No soy maniática para eso, solo necesito estar sola, sin distracciones. Soy muy irregular, pero si estoy escribiendo un libro y me siento inspirada, me da igual no planchar ese día o hacer una comida rápida, le dedico todo el tiempo posible.
P: ¿Cuánto tarda en escribir un libro?
R: De media, puedo tardar tres meses, aunque unos cuestan más que otros… Como os he dicho, soy bastante irregular con las horas diarias de escritura.
P: ¿Cuál es su escritor favorito?
R: Cuando era pequeña, me encantaba leer “Las aventuras de Maripepa”, de Emilia Cotarelo. Siempre que me tenían que hacer un regalo, elegía un libro de la colección de Maripepa. De joven, me gustaba Julio Verne. Actualmente, admiro a Miguel Delibes.
P: ¿Basa sus historias en hechos reales?
R: A veces, me inspiro en cosas que conozco o que han sucedido, pero los personajes se me van ocurriendo mientras escribo.
P: Entonces, ¿en qué se inspiró para escribir “La casa de los diablos”?
R: En una noticia que leí en un periódico de Pamplona, mi ciudad natal. Contaba cómo dos chicos criados en un orfanato entraron una noche en el edificio forzando la puerta para conseguir averiguar quiénes eran sus padres. Tras escribir un trozo del libro, lo dejé: pensaba que no tenía sentido la historia que contaba, que era impensable que ocurriera lo que estaba contando. Pero a los dos años, vi otra noticia en la televisión: contaban que tras un choque de coches en Madrid, se habían intercambiado las identidades de dos chicas, una de las cuales había fallecido. Entonces, pensé que si unos padres no se habían percatado de que la chica que tenían en casa no era su propia hija, una abuela, que además no conocía a su nieta, tampoco podría llegar a darse cuenta del equívoco.
P: En este libro, ¿se identifica con algún personaje?
R: (Riéndose) Por mi edad, me identifico con la abuela Julia, pero cuando lo escribí, con la protagonista.
P: ¿Por qué escribió “La casa de los diablos” como novela epistolar?
R: Una vez que fui a un colegio a dar una charla, me di cuenta de que a muchos niños no les gustaba leer, y pensé que sería mucho más fácil, divertido y atractivo hacer una novela en forma de cartas, porque a todos nos hace ilusión que nos escriban cartas y sí queremos leer las que nos envían.
P: ¿Cómo se ve usted a sí misma?
R: Me considero una mujer normal y corriente, como cualquier madre o cualquier abuela. Soy optimista y si las cosas no salen a la primera o si salen mal, no me desanimo, sino que lucho y sigo adelante. Eso sí, me gusta visitar los colegios para animar a los chicos a que lean y escriban, quiero que sepan que los escritores somos gente muy normal: abuelas, madres de familia, etc.
P: ¿Puede dar algún consejo a los jóvenes que quieren ser escritores?
R: Los animo sin ninguna duda: que escriban mucho y que lean mucho porque se lo van a pasar muy bien haciéndolo; y si no consiguen que su libro se publique, por favor, que no se desanimen y sigan intentándolo.
Le dimos las gracias por habernos dedicado su tiempo y, a pesar de los nervios que habíamos pasado durante el tiempo que duró la entrevista, salimos muy contentas y seguras de haberle hecho  preguntas interesantes. Le pedimos (como muchos de nuestros compañeros) que nos firmara un ejemplar de "La casa de los diablos" y le prometimos enviarle esta entrevista cuando estuviera publicada... ¡Mejor le decimos que se lea esta revista!






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