En una ciudad muy grande y llena de ricachones presumidos y mendigos callejeros había una señora llamada Justine que destacaba entre las demás ricas, no sólo por su belleza sino también porque poseía el collar de diamantes más caro del mundo.
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Ella siempre lo exhibía sin miedo a que se lo robasen. Paseaba por la calle con el collar a la vista y los mendigos al verlo soñaban en lo que podía valer ese collar. Pero había un mendigo llamado Juan el borracho, con malas pintas, mala ropa y maloliente, hasta los pantalones los llevaba atados con una soga y en la mano siempre llevaba una bolsa de Lidl, que deseaba aún más ese collar. Juan el borracho conocía todas las calles de la ciudad y casi todas las personas que había en ella.
Sabía por dónde pasaba Justine y un día sin pensárselo dos veces la esperó en un portal y cuando pasó se abalanzó sobre ella y le quitó el collar. Entró en el piso del portal asustado y se subió al tejado, sacó una de las botellas de vodka que tenía en su bolsa del Lidl y se la bebió como un bebé bebe su biberón. Al ver lo que había hecho sacó otra botella de vodka de su bolsa del Lidl y se rocío el cuerpo con ella, y con el viejo mechero se prendió fuego.
La mujer llamó a la policía y al ver que había humo llamaron a los bomberos, que subieron rápidamente al tejado. Pero llegaron tarde, sólo quedaba de él la botella de vodka y el collar de diamantes.
Autor: Alex Vintan Joan, 2º ESO B.
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